martes, 26 de octubre de 2010

La percepción de las plantas

Veía el otro día esta charla de TED a través del blog La Ciencia es Bella, de Carlos Chordá. El conferenciante empieza hablando de la capacidad sensitiva de las plantas, lo cual me causó cierta incomodidad. Si bien soy consciente de que una planta reacciona a multitud de estímulos (luz solar, compuestos químicos en el aire, roces, etcétera), me dió la sensación de que Stefano Mancuso equiparaba esa forma de "sentir" a la de un animal. Sin embargo, un animal generalmente tiene un sistema nervioso más o menos centralizado (por supuesto, existen excepciones) en el cual confluye la información que llega a través de sus sentidos. Es nuestro cerebro, realmente, el que crea las sensaciones, y si bien es dificil saber de qué modo percibe su entorno una babosa como la que aparece en la presentación de Mancuso, sin duda, lo haga como lo haga, lo hará a través de su sistema nervioso central.

En las plantas, en cambio, los mecanismos que las hacen actuar de un modo u otro son más o menos locales. No hay una centralita desde la que se ordene a las flores abrirse, a las hojas orientarse al sol, a los estomas cerrarse o a las raíces crecer hacia abajo. La planta recibe información, pero las distintas partes reaccionan frente a esa información sin necesidad de instrucciones provenientes de un cerebro ni nada que pueda comparársele. Y si aquello que percibe la planta no va a parar a un centro que procese la información, sin duda será difícil decir que las plantas sienten algo, al menos en el sentido que tiene para nosotros tal cosa.


No obstante, más o menos a la mitad de la presentación, Mancuso cita a Darwin, y acto seguido su conferencia se torna más interesante y disipa mis temores. Definitivamente, queda claro que no iba por "ahí" .Por ello la subo aquí y la recomiendo a aquellos que dispongan de diez minutitos.

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