domingo, 12 de diciembre de 2010

2011, Año Internacional de los Bosques

Me entero a través del blog Biología en Red que, así como este 2010 que ya termina ha sido Año Internacional de la Biodiversidad, el próximo 2011 será Año Internacional de los Bosques.

Me gustan los bosques. Son algo más que una gran masa de árboles creciendo juntos. En ellos también hay gusanos, insectos, hongos, líquenes, helechos, musgos, arañas, reptiles y muchos otros seres vivos. Frecuentemente están atravesados por riachuelos, o hay charcas en su interior, donde nadan los peces , croan las ranas y beben los pájaros. Pero un bosque sigue siendo aún más que ese conjunto de especies de todas las clases. Un bosque (en realidad, como cualquier otro ecosistema), es también toda la red de las relaciones que conectan a esos seres vivos, como una inmensa maraña de hilos invisibles. El insecto parasita las hojas, la araña atrapa al insecto, el pájaro se come a la araña y usa al musgo en su nido, que crece a la sombra del árbol. Pero todavía hay más: el medio abiótico, es decir, todo aquello que no está vivo, también forma parte del sistema. La luz proporciona energía para la fotosíntesis, la lluvia agua y el suelo un lugar donde crecer. El viento trae nutrientes, y el río se los lleva. Con frecuencia, el valle es acogedor y la parte alta de la ladera hostil.

Y aún podría seguir. He hablado del bosque en el espacio. Pero ¿qué hay del tiempo? Quizás empezó no siendo más que un pasto en el que fueron creciendo arbustos. Luego llegaron algunos árboles, que poco a poco fueron poblándolo todo hasta convertirse en los señores del lugar, en un proceso que puede durar lo que la vida de un ser humano o más. Algún día un corrimiento de tierras o un incendio destruyen unas hectáreas y todo vuelve a empezar.

Así ve a los bosques al menos un ecólogo. Casi se podría decir que así los siente.  Deformación profesiona, tal vez. No creo que dedicarles un año vaya a servir para que también los albañiles, fontaneros, secretarios, médicos o leñadores los vean con esos ojos, pero si se consigue que unos cuantos recuerden que están ahí y que requieren no nuestros cuidados, sino nuestro respeto, habrá valido la pena.



7 comentarios:

Inés G. de Castro dijo...

^_^ Y cuánto más "viejo" es un bosque, más bonito resulta...Y mis favoritos son los bosques caducifolios...aunque todos tienen su encanto.

Lo interesante sería que la gente este año, distinga entre lo que es un bosque, y lo que es una plantación de árboles.

Gerardo Costea dijo...

Es verdad que la edad da cierto encanto a los bosques, pero también que los jóvenes están llenos de detalles que desaparecen cuando madura.

Adosgel dijo...

Benditos bosques... a mi también me encantan, sobre todo si son bosques de bastante altitud.
Siempre que puedo me escapo como cual cabra.

También está la vertiente humana... como en otros tiempos eramos capaces de integrarnos en el bosque sin romper su ecosistema. Hay historia en los bosques: necrópolis, dólmenes, antiguos asentamientos,... Yo frecuento mucho la zona de Quintanar de la Sierra (Burgos), me encanta.

Saludos Gerardo.

Gerardo Costea dijo...

¡Adosgel, cuanto tiempo!

Más que integrarnos en el bosque sin romper el ecosistema, creo que nos integrábamos formando parte de él. Pero de eso hace ya mucho. Ya en la Antigüedad eliminamos grandes masas forestales abriendo espacios para la agricultura y la ganadería. ¡Y la de árboles que se hundieron en el Canal de la Mancha con la Invencible! En fin, todo esto es algo que ya viene de largo.

Adosgel dijo...

Por cierto, no se si te interesará este librito "Manual práctico para la construcción de molinos de viento", fue editado por el Grupo Ecologista de Tafalla, alla por los años en los que aún tenía espinillas. Pero fue obra de dos hermanos del Grupo, los hermanos Urquia, uno de ellos, Sebastián era en aquellos tiempos profesor mio, y un modelo de aerogenerador de los que se detallan en el manual lo hicimos en aquel año como práctica añadida a las horas de clase. Yo tengo un ejemplar desde entonces, pero ahora, en el blog de indarki
http://indarki.blogia.com/2007/070502-energia-eolica.-manual-practico-para-la-construccion-de-molinos-de-viento-hnos.-.php

lo han digitalizado para que nos lo bajemos.
Es un manual muy práctico y además utiliza material reciclado. Espero que te guste... os, a ti, Maeglin, y cualquiera que se pase por tu blog

El enlace en el que se baja de una pieza es este

http://www.megaupload.com/?d=RRO7X8E7.

Volviendo al asunto... ya sabes que en la tramontana tenéis aun bases de carboneros con sus respectivas chozas. Era una manera de tomar del bosque lo que le sobraba, pues era un sistema sostenible (asta que dejó de ser viable por su baja rentabilidad, claro).

Saludos.

nota: recuerda, ahí es la crema catalana, no te olvides, catalana.

Gerardo Costea dijo...

Sí, claro que conozco el tema de los carboneros. Habré visto muchas en las diversas excursiones que he hecho por esos parajes. Con su actividad alteraban mucho el ecosistema: limitaban el crecimiento de lianas y otras plantas, y favorecían a las encinas. Pero en todo caso era un sistema sostenible, puesto que lo explotaban a un ritmo lo suficientemente bajo como para permitir que se regenerase (y esto no era así por falta de capacidad de explotación, sino que eran conscientes de la necesidad de no pasarse de la raya). Y desde luego, era mucho más salvaje que una vulgar plantación.

Gerardo Costea dijo...

¡Ah! ¡Gracias por la recomendación del libro! Ahora no tengo tiempo, pero más tarde le echaré un vistazo.