viernes, 7 de diciembre de 2012

Sobre el debate de transgénicos en Cuarto Milenio y la falacia "del modelo agrícola".

No soy amante de los programas de misterio; de hecho nunca he visto uno entero. Sin embargo, por curiosidad, el otro día me atreví a ver un pequeño fragmento de Cuarto Milenio, ante el revuelo que se había organizado en torno a él en mi timeline de twitter. Realmente tampoco se trataba de algo particularmente misterioso: ni OVNIS, ni fantasmas, ni cacofonías, ni apariciones marianas, ni chupacabras: era el debate sobre transgénicos en el que participaban José Miguel Mulet y José Antonio López como sus defensores y Luis Miguel Dominguez y Santiago Camacho como detractores.

No voy a entrar a valorar la calidad del debate. Simplemente diré que la moderación y edición me pareció algo tendenciosa, favoreciendo a los antitransgénicos. El propio Mulet lo comenta en su blog, donde podéis encontrar un enlace al vídeo. Más allá de esto, no hablaré del tema. Escribo este post porque me apetece comentar una confusión que veo habitualmente en los ataques contra los transgénicos, y que Luis Miguel convirtió en uno de sus argumentos principales. Debo decir que hasta donde conozco a este naturalista, que reconozco que tampoco es mucho, tiene mis simpatías y puede tenerme a su lado en nuestro común sentimiento de la necesidad de defender el Medio Ambiente, reclamar una sociedad sostenible o la protección del lobo ibérico; pero no puedo por ello dejar de criticar al menos una de las diversas falacias en las que cayó, imagino que desde la mejor intención. No pretendo otra cosa que hacer una crítica constructiva.

Antes de proseguir, el pequeño inciso de rigor para explicar qué es un transgénico, para aquellos lectores que no lo sepan. Resulta que lo más esencial que tenemos en común los seres vivos de este planeta es el código genético. La timina, guanina, citosina, y adenina son moléculas que encontramos en grandes cantidades en el interior de una célula, de un tipo que llamamos "bases nitrogenadas". Sin embargo, no las hallamos dispersas, sino unidas entre sí como eslabones que forman larguísimas cadenas... las cadenas de ADN. Además, no se distribuyen en esa cadena de forma aleatoria. Cada una de ellas puede compararse con la letra de un texto en el que están escritas las instrucciones para crear un ser vivo y hacerlo funcionar. Cada una de esas "instrucciones" es una secuencia a la que llamamos "gen", y será diferente según el modo en el que se distribuyan las bases nitrogenadas. La célula dispone de mecanismos que le permiten leer esas instrucciones y ejecutarlas. 
Las cuatro bases nitrogenadas del ADN y cómo se combinan formando cadenas de ADN.


No obstante, como es natural, las instrucciones no son las mismas para todos los organismos; de lo contrario seríamos todos iguales. La evolución se produce gracias a que al formarse nuevos seres vivos se producen alteraciones en el código genético y aparecen nuevas instrucciones que se añaden a las antiguas o las substituyen. Ahora, imaginad que nosotros pudiéramos copiar una instrucción determinada del código de un ser vivo y trasplantarla al código de otro, para otorgarle una nueva característica. Por ejemplo, la que nos permite a los humanos fabricar insulina a una bacteria, para que la fabrique ella. Esta bacteria sería un organismo genéticamente modificado (OGM) o transgénico. En realidad, un transgénico no deja de ser más que un organismo como cualquier otro, pero con una pequeña modificación que no presentaban sus progenitores y que cambia alguna de sus cualidades. 

Ratón transgénico al que se le ha añadido un gen de medusa que codifica una proteína fluorescente.


Y ahora volvamos al debate de Cuarto Milenio y a la confusión de Luis Miguel Domínguez.

La cuestión es que desde el primer momento el buen hombre empezó incidiendo en los problemas medioambientales que está provocando el cultivo de soja transgénica en Brasil. Personalmente no conozco en detalle los casos de ese país u otros similares, así que no entraré a enjuiciarlos, pero no cabe duda de que el modelo agrícola actual es algo insostenible. En los medios se habla poco de la tremenda degradación y pérdida de fertilidad que están sufriendo progresivamente los suelos, y es cierto que los "mares verdes" agrícolas son un misil dirigido a la línea de flotación de la biodiversidad de los territorios, además de que la predominancia del uso de unas pocas variedades también ha supuesto una pérdida en la diversidad de las especies domésticas (en este punto debo mostrarme en desacuerdo con Mulet, que defiende que estos organismos no forman parte de la biodiversidad, pero eso lo dejo para otra ocasión). Además, la agricultura moderna tiene un gran requerimiento de insumos*, entre los cuales se encuentra el uso de pesticidas contaminantes o inmensas cantidades de combustibles fósiles. En cierto modo, nuestros sistemas agrícolas se alimentan de petróleo, y eso nos permite mantener una producción "acelerada", pero es algo que no podrá durar siempre. Luego están los aspectos económicos y sociales: no seré yo quien ponga en duda que la riqueza no está bien repartida, un aspecto al que se debe hallar solución. Y por supuesto, es una locura el consumo de productos provenientes del otro lado del mundo que podemos comprar en el mercado local. No por una cuestión chauvinista: simplemente, de nuevo, el transporte de largas distancias conlleva un consumo energético desmesurado. Desde luego el comercio es positivo para las relaciones entre países, pero hay cosas que entran en el terreno de lo absurdo. 

Pero ojo. A estos efectos, tanto da que en Brasil cultiven "mares de soja transgénica" como que cultiven "mares de melones de Villaconejos". Los problemas ambientales y sociales derivados iban a ser poco más o menos los mismos. Una cosa es la práctica agrícola, el cómo se cultiva, las técnicas que se usan; y otra la semilla que se utiliza. Puede ser un aspecto relevante el que escoja o no cultivar una planta poco adaptada a las condiciones ambientales (y que por tanto necesitará más insumos), pero es indiferente que escoja entre un transgénico o un no transgénico. El hecho de que una variedad de cultivo se haya desarrollado con ingeniería genética no va ligado a la cuestión de que se cultive siguiendo un procedimiento u otro. De hecho, el actual modelo agrícola, iniciado durante la llamada Revolución verde en los años cincuenta (y que por otro lado permitió multiplicar la producción de alimentos y procurarnos un mayor abastecimiento, no todo va a ser negativo, lo cortés no quita lo valiente) se creó mucho antes de que apareciera el primer transgénico, lo cual ocurrió en el año 72 cuando Herbert Boyer y Stanley Cohen insertaron genes de un sapo africano en una bacteria con fines experimentales. 

Norman Ernest Borlaug, ingeniero agrónomo estadounidense y precursor de la Revolución verde.

Creo que existe una gran confusión respecto de este tema. Mucha gente ataca los transgénicos con el argumento falaz que podríamos denominar "del modelo agrícola", pero es que son cuestiones diferentes. Los transgénicos no son culpables de los problemas que enumeré anteriormente. Es más, somos capaces de diseñar variedades que nos permitan mejorar el nivel de sostenibilidad, por ejemplo produciendo la misma cantidad de cultivo utilizando menos agua, lo cual sin duda sería de gran utilidad en climas como el mediterráneo. Este es un ejemplo de una línea de investigación real que existe en organismos públicos. Creo que un ecologista que ataca la tecnología de la transgénesis lanza piedras sobre su propio tejado. Si detectamos problemas en el modo de hacer agricultura, en la legislación que pueda permitir prácticas de dudosa ética, en el reparto de la tierra y en otras mil cuestiones, se debe actuar en esos frentes. Pero la lucha contra los transgénicos es la lucha equivocada.


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*Insumo: un insumo es un recurso que se utiliza en la producción de algún bien. En el caso de la agricultura, los abonos, el agua de riego, los pesticidas, la maquinaría agrícola o el combustible para moverla serían ejemplos de insumos.


9 comentarios:

Ignacio dijo...

No voy a entrar en debates, como científico a favor de los transgénicos me pareció una defensa soberbia, pedante, con chulería excesiva, ataques personales, Juanmi tendrá lo que sea pero suele tener respeto, decirle a un invitado si le salen cuernos de perfil me parece de una falta de respeto impresionante para una persona con el recorrido de Juanmi, mas de patio de colegio que de debate científico.

Ahí queda eso! Un saludo,

Isabel Vicente dijo...

Estoy totalmente de acuerdo

Gerardo dijo...

Ignacio, si no recuerdo mal, el momento en que Mulet hace el comentario de los cuernos está haciendo una referencia irónica a que el hecho de que comamos genes no conlleva modificación alguna en nuestro organismo (es decir, si nos comemos un filete de vaca, pues de vacas se hablaba, no te van a salir cuernos). Quizás perdiera un poco los papeles en algún momento, pero creo que no fue ahí, aunque en el fragor de la batalla la desafortunada expresión parece que fue malinterpretada.

De todos modos, como digo al principio del post, tampoco es mi intención profundizar en los pormenores del debate.

Angel Barrios dijo...

Bueno, enhorabuena me parece un "articulo" estupendo. Yo vi el programa con interes y espectacion y lo cierto es que me decepciono mucho. Tanto en en las formas de los contertulios como en las de Iker que con todos mis respetos debio gestionar mejor tanto el talante como los tempos. Ademas me quede con las mismas dudas que tenia al principio ya que no fueron capaces de hacer un discurso esclarecedor ni para unos ni para otros. Otra oportudad mas perdida en algo tan serio. Un saludo.

Ignacio dijo...

Gerard hace referencia exactamente a eso, malinterpretando las palabras de Luismi, que en el fondo decía que somos lo que comemos, y incluso en este contexto, el comentario "hombre mirando así de perfil los cuernos" o algo parecido me pareció totalmente fuera de lugar y mas propio de escuela que de un científico, y no solo eso,las maneras, los gritos, la pedantería y el desprecio que mostraron hacia el otro lado de la mesa, tratándolos como menos de estúpidos,no me pareció acorde a como debe actuar un científico en un debate.
Repito que soy científico estoy a favor de los transgénicos, pero entiendo la preocupación por parte de otros sectores de la sociedad porque no deja de ser algo que puede ser peligroso si no se tiene un buen control.
Dejando el tema de lado felicidades por el texto, me ha parecido interesante. Un saludo!

Álvaro dijo...

Veo que sentiste lo mismo que yo viendo el debate. Me dio coraje, fue una oportunidad perdida de sacar algo en claro de este tema pero los allí presentes prefirieron caer en demagogias e insultos, unos por no saber demasiado de qué hablaban y otros por no tener calma ninguna desde el primer segundo. Sigo por las redes sociales a los implicados en el debate y me da pena ver la semana que llevan de insultos, despropósitos, falacias,etc.
Tampoco es que el escenario fuera el propicio...porque el programita se las trae.

Luismi ha hecho muy buenos documentales de los que me declaro fan y apoya noblemente muchas causas, puede que sea de los mejores documentalistas españoles vivos, pero creo que no dijo mucho interesante en esta ocasión. Los defensores de los transgénicos allí presentes tampoco estuvieron muy acertados...

zaharra dijo...

Pues Mulet, llegó casi a hacer una defensa del DDT,lo dijo muy rápido , pero lo dejó caer.Yo en cuanto a los transgénicos tengo muchas dudas , pero el DDT....mi familia ya lo sufrió y no necesito a ningún titulado universitario para que me haga cambiar de opinión.

David dijo...

No vi el debate, pero respecto a lo que comentas en el blog, creo que el argumento del modelo de agricultura que fomentan los cultivos transgénicos actualmente en el mercado es válido.

Llevamos más de 15 años cultivando trasngénicos a gran escala, y el 99% de la superficie presenta dos eventos transgénicos, la tolerancia a herbicidas y la resistencia a insectos.

En el caso que comentas de la soja, lo que ha propiciado la intoducción de semillas transgénicas es acentuar los problemas. Al poder aplicar el herbicida de amplio espectro en cualquier momento del cultivo y sin medir la cantidad, se ha multiplicado su consumo, con los consiguientes impactos ambientales.

http://www.enveurope.com/content/24/1/24/abstract

http://www.ucsusa.org/food_and_agriculture/our-failing-food-system/genetic-engineering/

La aplicación se puede realizar de forma masiva, generalmente a través de avionetas, lo que está generando graves problemas de salud en las comunidades cercanas. Y al reducir la mano de obra necesaria, es más facil y rentable cultivar a mayor escala, con lo que sí que es un factor que explica la expansión de los monocultivos.

Cuando después de tantos años de investigación y dinero invertido, los únicas modificaciones comercializadas simplemente favorecen el cultivo a escala industrial, creo que desde el ecologismo hay muchos motivos para oponernos a la introducción de cultivos transgénicos.

No dudo de la buena intención de algunos investigadores que desde el sector público intentan resolver problemas agrarios a través de ingeniería genética. Aunque considero que frente a cualquier problema que se quiera abordar desde la ingeniería genetica hay soluciones menos costosas y más seguras. Pero dentro del actual modelo agrario, con un mercado global de semillas e insumos agrícolas controlado por muy pocas multinacionales, las semillas transgénicas que van a llegar son las que favorezcan este modelo de agricultura industrial.

Gerardo Costea dijo...

Gracias por la respuesta David.

Creo que el argumento que utilizas no acaba de ser válido. Fumigaciones masivas e indiscriminadas sobre monocultivos desde avionetas existían desde mucho antes de la existencia de los OMGs. El problema no es el transgénico: es el uso irresponsable. ¿Por qué exigir a los legisladores prohibiciones, cuando se podría exigir regulación que garantice un uso racional de la tecnología? Tú mismo lo has dicho: "pero dentro del actual modelo agrario...". Y yo lo critico en mi artículo. El modelo agrario es lo que hay que cambiar. Las soluciones deben plantearse ahí. Prohibir los transgénicos no cambiará gran cosa a esos efectos: las multinacionales continuarán controlando el mercado de insumos y las patentes de semillas no transgénicas.

Zaharra, sobre el DDT creo que fue J.A.López quien hizo el comentario, no Mulet. De todos modos no seré yo quien defienda ahora su uso.